El líder de la mayor Iglesia católica de Ucrania, el arzobispo mayor Sviatoslav Shevchuk, ha expresado su agradecimiento a todos aquellos que, a nivel internacional, están haciendo lo posible para poner fin a la «horrible» guerra que ha estallado en su país.

Desde el inicio de este conflicto, el líder de la Iglesia greco-católica ucraniana (UGCC por sus siglas en inglés) publica diariamente videos para animar a sus fieles y compatriotas en estos difíciles momentos. En su video del viernes 11 de marzo, monseñor Shevchuk agradeció especialmente a todos aquellos que han tratado de encontrar caminos para la paz, incluyendo a los líderes religiosos internacionales.

«Hoy, quiero agradecer sinceramente a todos los que, a nivel internacional e interreligioso, están haciendo todo lo posible para detener la guerra. Doy las gracias a los hermanos ortodoxos, en particular en Alemania y Europa Occidental, y a la Iglesia ortodoxa rusa en el extranjero, que está tratando de servir a los refugiados y  está apelando a la jerarquía eclesiástica en Rusia para el fin inmediato de la guerra.»

El arzobispo mayor también dio las gracias al Consejo Mundial de Iglesias, que escribió una carta al patriarca de la Iglesia ortodoxa rusa, pidiéndole que mediara para intentar detener la guerra. Sin ningún resultado hasta ahora.

En un segundo mensaje de video, publicado el sábado 12 de marzo, el primado de la UGCC, condenó la guerra. «La guerra es siempre un fracaso para la humanidad,  es  un momento de vergüenza en el que se humilla la dignidad del hombre. Cuando luchamos por la paz, todo es posible. Cuando estalla la guerra, podemos perderlo todo».

«Hoy, estamos viendo en Ucrania un gran desprecio por la dignidad humana. Con la guerra, el hombre pierde su humanidad, especialmente el que la empieza.  El que mata a su prójimo, antes que nada, destruye la humanidad dentro de sí mismo, destruye su propia dignidad», dice monseñor Shevchuk.

A medida que la guerra se acerca a su vigésimo día, las víctimas civiles han ido aumentando y las dificultades del conflicto impiden los entierros dignos. «Nos duele el corazón al ver a miles de personas enterradas sin una oración, sin respeto cristiano, en fosas comunes, sin identificación».

«Qué importante es para nosotros hoy mostrar respeto por los cuerpos de los muertos, sean de militares o de civiles», concluye el arzobispo mayor Shevchuk, quien pidió también a todos los sacerdotes de Ucrania que recen especialmente por las víctimas de esta guerra, independientemente de su nacionalidad o afiliación religiosa.

En respuesta al estallido de la guerra en Ucrania, la fundación internacional Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) está enviando un paquete de ayuda de 1,3 millones de euros. Según un comunicado del presidente de ACN, el Dr. Thomas Heine-Geldern, el dinero se destina a los sacerdotes y religiosos que trabajan en todo el país en las parroquias, con los refugiados, en los orfanatos y en las residencias de ancianos.

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