Minibús para pastoral en Sri Lanka

Historia de éxito: Un minibús para la pastoral en Sri Lanka

La diócesis de Mannar, ubicada en el noroeste de Sri Lanka, lanzó hace un tiempo un urgente llamado de ayuda: necesitaban con premura un vehículo para la labor pastoral en el decanato de Vavuniya.

Este decanato está compuesto por diez parroquias, cada una de las cuales abarca varias localidades. En total, más de 16,000 católicos viven en esta región. Las distancias son amplias, y el terreno —una combinación de monte y selva virgen— resulta accidentado y difícil de recorrer.

Entre 1983 y 2009, la zona fue especialmente golpeada por la guerra civil. Muchas personas huyeron, perdiendo todas sus pertenencias; muchas otras perdieron seres queridos y, en muchos casos, aún desconocen el destino de sus familiares desaparecidos. Hubo mujeres violadas, testigos de atrocidades que aún no logran superar. Las heridas emocionales siguen abiertas, y la situación material de muchas familias continúa siendo crítica. La mayoría sobrevive con trabajos ocasionales como jornaleros.

La pandemia agravó aún más la situación. Hoy, quienes ya vivían en la pobreza enfrentan las duras consecuencias de una grave crisis económica, especialmente por el alza descontrolada de los precios.

Una respuesta concreta: esperanza sobre ruedas

La Iglesia ha estado siempre al lado de sus fieles, brindándoles consuelo y esperanza. Sin embargo, hasta hace poco, la acción pastoral en esta zona era muy difícil. Desplazarse en motocicleta resultaba peligroso debido a la presencia de animales salvajes, y los sacerdotes suelen estar acompañados por religiosas durante sus visitas a las comunidades, dada la gran necesidad pastoral.

Por ello, se requería urgentemente un vehículo que pudiera transportar tanto personas como material litúrgico y catequético.

Gracias al generoso apoyo de nuestros benefactores, se lograron reunir 38,000 euros para la compra de un minibús, que ya se encuentra en funcionamiento en Vavuniya y se está utilizando activamente para visitar las aldeas más remotas.

Este nuevo medio de transporte permite ahora preparar con mayor intensidad a niños y jóvenes para los sacramentos de la Primera Comunión y la Confirmación, así como acompañar a las parejas jóvenes que se preparan para el matrimonio. También se ha fortalecido el acompañamiento a las familias en crisis, brindándoles orientación, y se ha mejorado la atención a los enfermos y moribundos.

Gracias al minibús, los fieles pueden ahora recibir los sacramentos con mayor frecuencia y participar de forma más activa en la vida de la Iglesia.

El obispo de Mannar expresa su profundo agradecimiento a todos quienes hicieron posible esta realidad:

“Valoro enormemente su apoyo a Ayuda a la Iglesia Necesitada Perú y aseguro a todos los benefactores mis oraciones. ¡Que Dios los bendiga!”

Donar

Compartir esta noticia:

Otras Noticias