Las autoridades judiciales de Nicaragua acusan a D. Rolando Álvarez del delito de concierto para delinquir “por atentar contra la integridad nacional”. El juicio del obispo de Matagalpa, quien se encuentra bajo arresto domiciliario desde el 19 de agosto, comenzará el 10 de enero del próximo año, fecha en la que está prevista la primera audiencia de instrucción.

Según información difundida por la Oficina de Prensa y Relaciones Públicas del Complejo Judicial Central de Managua, para el prelado fue designado “un abogado defensor”. D. Rolando también está acusado de “difundir noticias falsas a través de las tecnologías de la información y la comunicación en perjuicio del Estado y la sociedad nicaragüense”.

El comunicado de prensa, de fecha 13 de diciembre, también menciona que el padre Uriel Antonio Vallejos fue considerado «prófugo de la justicia» y que «la autoridad judicial envió una carta a INTERPOL para su detención».

La detención del prelado, ahora confirmada por la Corte, se produjo en la madrugada del 19 de agosto y fue uno de los momentos más llamativos de los últimos tiempos de la represión de las autoridades a la comunidad cristiana nicaragüense, pero no el único.

Antes de que el obispo fuera puesto bajo arresto domiciliario, el gobierno de Daniel Ortega expulsó al Nuncio Apostólico, Waldemar Stanislaw Sommertag, obligó a salir del país a las Misioneras de la Caridad, la congregación fundada por Santa Madre Teresa de Calcuta, así como a otros religiosos y sacerdotes. , y también provocó el cierre del canal de televisión de la Conferencia Episcopal y de otras seis radios católicas.

Recientemente, en noviembre, se publicó la edición actualizada del informe “Nicaragua: ¿Iglesia perseguida?”., a cargo de la abogada e investigadora Martha Patricia Molina. Según ese informe, en el período comprendido entre abril de 2018 y octubre de este año hubo 396 ataques contra la Iglesia católica en este país sudamericano. Esto significa un aumento de 206 incidentes en comparación con el primer informe, publicado en mayo de este año.

Entre los casi cuatrocientos episodios documentados, hay denuncias de profanación, robo, amenazas y discursos de odio. Durante este período, las autoridades atacaron a varios obispos, sacerdotes, religiosas y laicos.

El informe de Martha Molina, al que tuvo acceso la Fundación AIS, asegura que en el período que se analiza hubo al menos 396 ataques contra la Iglesia Católica, de los cuales 127 se registraron ya durante este año. Solo como punto de comparación, el año pasado hubo 54 incidentes que involucraron a la Iglesia de alguna manera en Nicaragua. El clima de persecución y abuso de los derechos humanos ha provocado ya la huida de más de 150.000 personas. Son refugiados y en su mayoría se encuentran en la vecina Costa Rica.

“En el marco de la represión estatal a las protestas sociales, fallecieron al menos 355 personas; más de 2.000 personas resultaron heridas; más de 1.614 personas fueron detenidas; cientos de profesionales de la salud fueron despedidos arbitrariamente; más de 150 estudiantes universitarios fueron expulsados ​​injustificadamente; y más de 150.000 personas se vieron obligadas a huir del país y buscar protección internacional en Costa Rica, según datos de ACNUR”, se puede leer en el Informe.

El trabajo de Martha Molina permite un retrato detallado del estado al que ha llegado Nicaragua frente al abuso sistemático de los derechos humanos. “Hoy estudiantes, campesinos, médicos, maestros, sacerdotes, religiosas, seminaristas, periodistas, abogados, laicos de la Iglesia Católica y defensores de derechos humanos son criminalizados por la justicia del país y, en consecuencia, a la fecha de publicación de este estudio, hay 2194 presos políticos y miles de ciudadanos forzados al exilio”.

La detención de D. Rolando Álvarez ya ha provocado numerosas reacciones. Desde el Papa Francisco, hasta las Conferencias Episcopales de Cuba, Italia y Brasil, pasando por el Secretario General de la ONU y el Parlamento Europeo, ya se han alzado muchas voces en defensa del Obispo y en repudio por la situación en la que se encuentra.

La Fundación AIS también ha expresado públicamente su repudio a la forma en que están actuando las autoridades de Nicaragua. Regina Lynch, directora de proyectos internacionales de la Fundación AIS, dijo, poco después de la detención de D. Rolando, que hubo un “intento de silenciar a la Iglesia en Nicaragua”. Y agregó que no hay una solución fácil para esta situación. “Necesitamos apoyarlos tanto como sea posible. Tenemos que rezar para que pueda haber una solución pacífica y no un mayor aumento de las hostilidades”, añadió el responsable de Ayuda a la Iglesia Necesitada.

La Fundación AIS es muy cercana no solo a la Iglesia nicaragüense sino también al Obispo de Matagalpa, quien ahora se encuentra detenido.

Prueba de ello, durante su última visita a la sede internacional de ACN, en 2019, Monseñor Álvarez, destacó al referirse al trabajo conjunto que se realiza desde hace varios años con el apoyo de la fundación pontificia y agradecer la ayuda de los benefactores de la institución repartidos por los cuatro rincones del mundo.

“Todos somos como la viuda pobre, tanto los que tienen mucho en términos económicos como los que tienen muy poco. El secreto es, como dijo Santa Teresa de Calcuta, ‘dar hasta que duela’. Y, por eso, les digo a los benefactores de la Fundación AIS, por favor, sigan sin miedo, como lo han venido haciendo, dando hasta que duela, dando lo que necesitan para vivir, porque así están dando vida a los demás”, dijo el obispo durante su visita a la sede internacional de ACN.

 

Deja una respuesta